BULLYING O MALTRATO ENTRE COMPAÑEROS |
jueves, 27 de noviembre de 2008 | ||
Se considera maltrato toda acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u hostigamiento entre dos alumnos o entre un alumno y un grupo de compañeros, cosa que suele ser más frecuente en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o agresores. Así, una pelea entre amigos o compañeros derivada de un malentendido, aunque preocupante, puede ser abordada desde el acuerdo mutuo de no agredirse más o incluso haciendo las paces. También esta es una conducta que puede afectar a la seguridad sus hijos y puede presentarse de formas muy diversas y no solamente a través de peleas o agresiones físicas, sino que además con un conjunto de intimidaciones de diferente índole, como por ejemplo intimidaciones verbales (insultos, motes, hablar mal de alguien, sembrar rumores), intimidaciones psicológicas (amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer), agresiones físicas, tanto directas como indirectas (destrozo de materiales personales, pequeños hurtos o finalmente aislamiento social, bien impidiendo al joven participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase. Uno de los grandes problemas que suscita este fenómeno es la grave dificultad que tenemos para detectar las agresiones que pueda estar padeciendo un adolescente por parte de sus compañeros. A menudo este fenómeno pasa desapercibido o es mal interpretado por los adultos. De ahí que debamos observar atentamente para descubrir el proceso de victimización, basándonos a veces sólo en indicios poco claros o en rumores. En los últimos años ha ido en aumento el acoso anónimo mediante el teléfono móvil o a través del correo electrónico con amenazas o palabras ofensivas. El maltrato viene asociado a una situación de dominio-sumisión y tiene un gran componente colectivo al ser un hecho conocido, en la mayoría de los casos, por otros compañeros, además de por los agresores y la víctima. Por otra parte, esta situación suele pasar desapercibida para los adultos, padres y profesores. Medidas Preventivas. Nuestros hijos ser víctimas, agresores u observadores de una situación de bulling. Por ello si es víctima, desempeñará un papel pasivo; si es agresor, un papel activo; y si es observador, su papel es igualmente activo o, al menos, permisivo, en cuanto su actitud refuerza la actitud intimidadota del agresor hacia la víctima. En caso de que nuestro hijo esté involucrado en una situación así, debemos tener tranquilidad y, sobre todo, escuchar la información que hayamos averiguado sin minimizarla teniendo presente además lo siguiente. 1. Escuchar y mostrar interés por el asunto, sin menospreciarlo; no debe considerarse “cosa de jóvenes”. 2. Indagar si realmente ha ocurrido lo que nos cuenta, y no es fruto de su imaginación. 3. Ponerse en contacto con el Colegio y solicitar la intervención y cooperación del profesorado. 5. Fijar una estrategia de intervención para detener inmediatamente el daño que se está produciendo, y para tratar a medio y largo plazo las relaciones entre los involucrados. 6. Favorecer una solución adecuada y ajustada a la intensidad de la falta y al daño ejercido. Debemos apoyar a nuestro hijo enseñándole a asumir la responsabilidad que le corresponda.
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